“No me equivoqué al ser docente”
Por: Wendy Aldana y Medios Educativos
Arturo Rodríguez, docente del área de Tecnología de la institución educativa Próspero Pinzón, próximo a jubilarse y quién con sus enseñanzas aportó al crecimiento de más de una generación de bachilleres en diferentes instituciones educativas de Bogotá, habló con Huellas Prosperistas acerca de las impresiones que tiene de varios protagonistas del colegio.
Wendy Aldana Huellas Prosperistas: ¿Cul es su nombre completo?
Arturo Rodríguez (docente): Luis Arturo Rodríguez Saavedra.
W.A: ¿Qué edad tiene?
A.R: En el momento cuento con 65 años.
W.A: ¿Cuál es su profesión?
A.R: Soy docente licenciado en Administración en Supervisión Educativa. Además, tengo estudios de arquitectura, título de profesor de taller de dibujo técnico y postgrado en Educación Sexual.
W.A: ¿Qué lo motivó a ser docente?
A.R: Tal vez por cualidades que tenemos los docentes y que nos gusta compartir con la juventud colombiana. A lo largo de todo este tiempo que llevo en mi carrera como docente, ya que son 47 años al servicio de la educación, siento que no me equivoqué en ningún momento al elegir ser docente.
W.A: ¿Qué fue lo que más le agradó del colegio Próspero Pinzón?
A.R: Las manifestaciones de cariño y aprecio. La forma de ser de mis compañeros de trabajo, también las manifestaciones que tiene la gran mayoría de mis estudiantes, aunque existen algunos que ¡caramba! uno no desearía en ningún momento, estar en su curso, simplemente por la irreverencia de ellos. Pero pienso que eso es propio de la juventud, de la adolescencia y ese cambio hace que uno se vuelva irreverente a veces.
W.A: ¿Qué se siente al estar a punto de salir del mundo de la docencia, luego de tantos años de ejercerla?
A.R: Tristeza, Uno siente como si estuviera perdiendo algo y, sobre todo, porque este colegio me llenó muchísimo. A pesar de que estuve en excelentes instituciones educativas, el Próspero Pinzón me dejó bien marcado en todo sentido: por mis estudiantes, por la forma de ser de ellos, por el respeto de algunos de ellos o la gran mayoría de los estudiantes para conmigo.
W.A: ¿Qué mensaje le deja a la comunidad educativa?
A.R: Chicos, en especial para los que son irreverentes, cambien. Es el momento de cambiar, porque si no cambian, muchachos, las puertas se cerrarán en el futuro.
W.A: ¿Y ahora qué sigue en su vida?
A.R: Viajo. Me voy para Estados Unidos. Voy para Nueva York, allá pienso demorarme más o menos un mes. De allí paso a Orlando, donde estaré otro mes y luego iré a Miami por otro mes.
Por: Wendy Aldana y Medios Educativos
Arturo Rodríguez, docente del área de Tecnología de la institución educativa Próspero Pinzón, próximo a jubilarse y quién con sus enseñanzas aportó al crecimiento de más de una generación de bachilleres en diferentes instituciones educativas de Bogotá, habló con Huellas Prosperistas acerca de las impresiones que tiene de varios protagonistas del colegio.
Wendy Aldana Huellas Prosperistas: ¿Cul es su nombre completo?
Arturo Rodríguez (docente): Luis Arturo Rodríguez Saavedra.
W.A: ¿Qué edad tiene?
A.R: En el momento cuento con 65 años.
W.A: ¿Cuál es su profesión?
A.R: Soy docente licenciado en Administración en Supervisión Educativa. Además, tengo estudios de arquitectura, título de profesor de taller de dibujo técnico y postgrado en Educación Sexual.
W.A: ¿Qué lo motivó a ser docente?
A.R: Tal vez por cualidades que tenemos los docentes y que nos gusta compartir con la juventud colombiana. A lo largo de todo este tiempo que llevo en mi carrera como docente, ya que son 47 años al servicio de la educación, siento que no me equivoqué en ningún momento al elegir ser docente.
W.A: ¿Qué fue lo que más le agradó del colegio Próspero Pinzón?
A.R: Las manifestaciones de cariño y aprecio. La forma de ser de mis compañeros de trabajo, también las manifestaciones que tiene la gran mayoría de mis estudiantes, aunque existen algunos que ¡caramba! uno no desearía en ningún momento, estar en su curso, simplemente por la irreverencia de ellos. Pero pienso que eso es propio de la juventud, de la adolescencia y ese cambio hace que uno se vuelva irreverente a veces.
W.A: ¿Qué se siente al estar a punto de salir del mundo de la docencia, luego de tantos años de ejercerla?
A.R: Tristeza, Uno siente como si estuviera perdiendo algo y, sobre todo, porque este colegio me llenó muchísimo. A pesar de que estuve en excelentes instituciones educativas, el Próspero Pinzón me dejó bien marcado en todo sentido: por mis estudiantes, por la forma de ser de ellos, por el respeto de algunos de ellos o la gran mayoría de los estudiantes para conmigo.
W.A: ¿Qué mensaje le deja a la comunidad educativa?
A.R: Chicos, en especial para los que son irreverentes, cambien. Es el momento de cambiar, porque si no cambian, muchachos, las puertas se cerrarán en el futuro.
W.A: ¿Y ahora qué sigue en su vida?
A.R: Viajo. Me voy para Estados Unidos. Voy para Nueva York, allá pienso demorarme más o menos un mes. De allí paso a Orlando, donde estaré otro mes y luego iré a Miami por otro mes.
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